La vista desde la galería situada sobre la zona de embalaje es impresionante. Decenas de metros de cintas transportadoras por las que se desplazan botellas de cerveza de diferentes marcas hacia los robots y apiladores. Una vez que llegan, las botellas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos en todo tipo de embalajes, incluida una multitud de packs de 6 unidades. Unos cuantos operarios se desplazan entre las líneas e intervienen donde sea, solo cuando parece que algo va mal. La quietud de todo el proceso es abrumadora y el embalaje transcurre tranquilamente.

El trabajo en equipo resuelve el desafío de la sincronización

Tras la línea de packs de 6 hay una tecnología especial. Durante 9 meses, un equipo de Heineken estuvo trabajando con el apoyo de Danfoss en el desarrollo de un nuevo sistema de variadores de frecuencia Danfoss para la línea de embalaje.

El mayor desafío fue la sincronización de todos los variadores de frecuencia Danfoss. Todos los motores, con distinta potencia de salida (entre 1,1 y 2,2 kW, y distintas transmisiones, tenían que estar en la posición correcta al mismo tiempo. Por esta razón, se utilizó el MCO 350: un módulo adicional para los variadores de frecuencia Danfoss VLT® y a la que se puede acceder a través de una interfaz. Llegados a este punto, empezamos con un solo variador de frecuencia al mismo tiempo y se fueron añadiendo uno a uno el resto de variadores de frecuencia Danfoss, hasta disponer de 6. En ese momento la línea funcionó sin problemas, sin supervisión y con un fiabilidad del suministro asombrosa. Antes las paradas imprevistas eran un problema, ahora todo ha cambiado.