La relubricación con la cantidad correcta de lubricante adecuado para la aplicación y en los intervalos adecuados es un requisito previo en la industria para obtener un rendimiento óptimo de la máquina y una vida útil máxima. Los sistemas automáticos de lubricación centralizada abastecen varios puntos a través de un único sistema, en el que el lubricante se transporta, dosifica y distribuye desde un depósito central a través del sistema de control. Es necesario controlar continuamente el nivel de lubricante en el depósito para garantizar un suministro constante de lubricante. Dependiendo de la consistencia del medio, también se pueden colocar agitadores en el depósito. Normalmente, en aplicaciones comparables, los niveles límite máximos se controlan mediante sensores capacitivos especiales que pueden enmascarar las acumulaciones. En la presente aplicación, sin embargo, se trata de un recipiente más grande, por lo que se prefiere la detección de nivel. Al mismo tiempo, el sensor utilizado debe ser insensible a los medios adheridos.